Generalmente existen dos tipos principales de pedales de bicicleta: Pedales planos que son pedales simples con una superficie plana donde descansan los pies del ciclista. No se adhieren a los zapatos del ciclista, lo que le permite usar zapatos normales o cualquier calzado que prefiera. Los pedales planos se usan comúnmente en paseos ocasionales, ciclismo de montaña y ciclismo BMX. Ofrecen facilidad de uso y permiten al ciclista poner rápidamente el pie en el suelo cuando sea necesario. Pedales automáticos que se enganchan en los pedales de las zapatillas de ciclismo del ciclista. Este tipo de pedal ofrece una conexión más segura entre los pies del ciclista y la bicicleta. Cuando se engancha, el ciclista gana la capacidad de tirar de los pedales durante el movimiento ascendente de la rotación del pedal, maximizando la eficiencia y la producción de potencia. Los pedales automáticos son populares entre los ciclistas de carretera, de montaña y muchos otros entusiastas del ciclismo.